Dictadura
mi bien
y el pez se multiplica en la memoria
como el recuerdo de tu orgasmo sin respuestas.
No me preguntes
si amo demasiado a los amores viejos
esos de boca llena
con perras aún ladrando hacia nuestra historia,
hacia el cementerio general
al fondo a la derecha
hacia los muertos desenterrados de un limbo que nos ocupa el habla
hacia el ave migratoria que inventamos con su pasaporte L
Sé que desde mi asiento de ciclista
desde
mi puesto en la fila de hormigas pedaleando
no es correcto recordar a nuestro muertos
pero pedaleando cual suicida oveja hacia el abismo
el jadeo mío es de torturas
mataderos
y un espeso olor a sangre.
Sigo en la bandada
pedaleando
sín olvidar ningún orgasmo tuyo
mi bien.